La rotura de una tubería, un grifo abierto, un incendio en la cocina producido por un descuido... son muchos los riesgos a los que está expuesto su hogar.

La prudencia es fundamental, pero hay situaciones que usted no puede prevenir.

Y cuando una de estas situaciones ocasione un siniestro, sólo un buen seguro le salvará de las posibles pérdidas que pueda sufrir.